
MI POÉTICA
María del Valle Rubio
Para mí la Poesía es una necesidad vital: crearla, sentirla, vivirla. Desde muy pequeña tuve la necesidad de leer y leí todo cuanto caía en mis manos: antiguos cancioneros, el Romancero Viejo, fabulas de Iriarte y Samaniego, con el añadido de aquella herencia musical del flamenco que me llegó por vía materna. Pronto comencé a sentir la necesidad de escribir y de expresarme. La capacidad creadora es buscar un cauce de materialidad para las ideas, los sentimientos, las sensaciones. Así, comencé haciendo largos romances referidos al pueblo, a los hechos de la vida cotidiana. Se empieza, jugando con las palabras, casi sin saber lo que se dice, y se termina diciendo lo que se siente. La Poesía llega a mí con la fuerza desmesurada de una sensación irreprimible. Escribo Poesía cuando tengo algo que decir. Para mí, la Poesía parte siempre de una emoción, de un fuerte deseo de expresión, seguidos de una sostenida reflexión posterior.
Ser poeta es un don, un acto de amor, una forma de ser y de vivir lo que se ama. Todo arte es esencialmente romántico. He compaginado mi quehacer literario con el ejercicio de mi profesión, y con todo aquello que me servía como cauce de expresión: la pintura, el diseño, la música… Decía Octavio Paz, que el poeta lleva los ojos en las manos y busca ansiosamente la luz en la palabra. La Poesía es la confidencia, el sentimiento, la música, el ritmo y la concisión lingüística. Conseguir llevar la palabra desnuda, adecuada, al lugar preciso. Diríase que la mayor aspiración, sería prescindir del lenguaje. Encuentro en la pintura una forma de expresión poética dentro de una mayor libertad creativa. En mi caso, Poesía y Pintura coexisten y se complementan.